No todo el mundo es amante del vino,
algunos las prefieren rubias. No nos entendáis mal, estamos hablando de la cerveza, pero ya metidos en este
mundillo cervecero, debéis saber que no todo vale. Los más sibaritas, esos que están siempre a la caza de nuevos sabores, lo saben bien, y dentro de sus preferencias se encuentran no sólo las
rubias, sino las
negras,
tostadas y otras variedades con extraños nombres para la gran mayoría.
La cerveza es una bebida que se obtiene de un cereal fermentado, al que se añade agua, lúpulo y levaduras, ideal para maridar con algunos alimentos típicos de nuestra gastronomía, refrescante, amarga y burbujeante que se consume durante todo el año, y a la que muchos no nos podemos resistir los días de más calor.
En Galicia, que ya se bebía
cerveza, hasta que los romanos trajeron el vino,
era una bebida muy popular, es por ello que
Alberte y Valeria, los
fundadores de Adegas Menduiña, están dispuestos a luchar para ayudar a que la
cerveza cobre la importancia de antaño. Para ello no dudan en diseñar
recetas propias que añaden a su cerveza un toque original, que hace las maravillas de sus ya muchos clientes en España y extranjero.
Su bodega, ubicada
en Cangas es ya un mito en el lugar, y
sus cervezas artesanas están más de moda que nunca. Es
allí, en el lugar en el cual pasan gran parte de sus horas, donde realizan en ocasiones
jornadas de puertas abiertas con degustación, para presentar su peculiar modo de hacer cerveza. Nosotros nos las trajimos a nuestras casas con la intención de que nuestros clientes las conozcan, las saboreen y las disfruten con la mejor gastronomía local.
¿Ya la habéis probado? Menduiña es la cerveza favorita de
Cobres Rural.
El nombre de la familia Massó quedará siempre vinculado al desarrollo de esta industria. Llegaron como muchos otros a
Galicia desde Cataluña en el siglo XIX, para instalar en la costa gallega fábricas de salazón de pescado. Bueu fue uno de los lugares elegidos para la construcción de su primera fábrica de salazón alrededor de 1816, fábrica que en unos años se transformó en conservera, para ello contaron con la ayuda de socios franceses, lo que resulto en parte un lastre para la
formación de un mercado propio en el extranjero, a pesar de que la materia prima y transformación de la
misma correspondía a los gallegos.
Casas Rurales Amigas cumplió su VII aniversario, y como es ya tradición se volvió a celebrar la reunión anual en una de las casas amigas asociadas. Este año Art Rustic de Castellón se convirtió en la anfitriona perfecta, no sólo para dar cobijo en sus instalaciones a algunos de los que nos acercamos para asistir a la reunión, sino también para organizar una serie de interesantes actividades turísticas complementarias, que nos hicieron comprender la importancia del desarrollo de las mismas de cara a completar la experiencia de cada uno de nuestros propios clientes.
Y se acerca el San Martiño lo que pronostica la vecina llegada del invierno. Es tiempo de matanza, de beber el nuevo vino y de largas sesiones sentados alrededor de una mesa en las que los gallegos, según manda la tradición, preparamos el contundente cocido provisto de mucho cerdo, legumbres, verduras y también uno de los platos más típicos de nuestra región, el lacón con grelos.
Todos conocemos el creciente interés por la agricultura ecológica, los gallegos de alguna manera hemos estado vinculados al consumo de productos de la tierra y de temporada, ya que algunos de los que vivimos en el rural, disponemos de un espacio cercano donde cultivar nuestros propios vegetales.
Muchos de estos terrenos han sido abandonados al no poder seguir haciéndose cargo de ellos los
